Lo que pasó este 20 de octubre de 2010 es algo muy grave... hace recordar a todos esos otros compañeros entrañables como el Pocho Lepratti, Maximiliano Kosteki, Dario Santillan, y Carlos Fuentealba, que murieron peleando por diferentes reivindicaciones y por lo que cada uno de ellos creía que podía construir un mundo mejor para todos.
La canción de León Gieco sobre la muerte de Pocho Lepratti dice:
"...y nos queda esta mierda que nos mata sin importarle
de dónde venimos, qué hacemos, qué pensamos
si somos obreros, curas o médicos"
Todavía hoy tiene vigencia; en otros casos fue la Policía, esa institución represiva que todavía tenemos que seguir purgando para que no cometa más delitos de los que evita. Mas allá de que alguien pueda no coincidir en ideología o métodos, el repudio tiene que ser indubitable. Esta claro: la responsabilidad de esta muerte no es de una sola persona; aunque el principal responsable sea el que tiro del gatillo, entendemos que hay toda una estructura detrás, que permite que se produzca esa situación.
Todavía hoy tiene vigencia; en otros casos fue la Policía, esa institución represiva que todavía tenemos que seguir purgando para que no cometa más delitos de los que evita. Mas allá de que alguien pueda no coincidir en ideología o métodos de este militante fallecido, el repudio al crimen tiene que ser absoluto. La responsabilidad de esta muerte no es de una sola persona; aunque el principal responsable sea el que tiro del gatillo, entendemos que hay toda una estructura detrás, que permite que se produzca esa situación.
Entendemos que ahora muchos van a salir a culpar al Gobierno Nacional o a Hugo Moyano... esa es la fácil; puede que haya cierto grado de culpa pero la realidad es mucho mas compleja de lo que nos la muestran en muchos lados.
Para hablar de responsabilidad, hay que hablar de ¿Quién se beneficia con la existencia de la UTA? ¿Quién se beneficia con que no se pase trabajadores a planta permanente, ni se reincorpore a los despedidos injustificadamente? ¿Quién se beneficia con que se aplaquen las protestas de los trabajadores precarizados? La respuesta es natural: La Patronal.
¿Quién es la patronal en este caso?: Grupo Roggio S.A[1].. Grupo que engloba a empresas de la construcción, transporte, ingeniería ambiental, servicios sanitarios, entretenimiento y turismo, de concesiones viales, desarrollos inmobiliarios y de tecnología. En el área de transporte el grupo posé las empresas Metrovias S.A., UGOFE S.A.; Ferrometro; SOE S.A. y Benito Roggio Ferroindustrial, entre otras. Aldo Roggio, presidente de la entidad, tiene influencia en las esferas de la AEA[2] (Asociación Empresaria Argentina) donde ocupa junto con otros empresarios, el cargo de vicepresidente. Entendamos que no se trata de una patronal cualquiera, se trata de una de las mas influyentes del país; parte de los Grupos económicos que detentan gran parte del poder en la Argentina: con cheques en blanco se compran muchas voluntades.
La UTA (Unión Ferroviaria) es en la mayoría de los lugares un apéndice de la patronal; un grupo de choque rentado que utiliza la patronal para evitar cualquier tipo de organización alternativa de los trabajadores, tal y cual como pasa con los trabajadores del Subte. En este caso, algunos sectores de la izquierda decidieron apoyar el justo reclamo de reincorporación y pase a planta permanente de varios trabajadores del Roca; mercenarios pagos por la dirigencia de la UTA al cierre de la manifestación, abrieron fuego contra los manifestantes… como resultado Mariano Ferreyra murío, Elsa Rodriguez termino en coma y otros dos manifestantes terminaron heridos. José Pedraza[3] principal dirigente de la UTA, ligado al duhaldismo y al barrionuevismo, integrante del grupo de “los gordos” disidentes a la conducción de Moyano, se quiso desligar de toda responsabilidad.
El estado (y no específicamente el gobierno) tiene una responsabilidad de otras características en el asunto; en cuanto a investigaciones judiciales penales que debieron realizarse en torno a esta y otras organizaciones sindicales que constituyen reales “asociaciones ilícitas”, en cuanto a la ausencia de mediación del ministerio de trabajo en este tipo de conflictos y en cuanto a la capacidad de control sobre la policía (si es que esta realmente fue partícipe por omisión en los hechos).
Ahora hay que ver como continúa el panorama; la repercusión mediática puede jugar un papel desfavorable para esto, embarrando la cancha. Demonizar a Hugo Moyano, señalándolo como responsable en un contexto donde las patronales estan en alerta por el debate por la participación de los trabajadores en las ganancias, puede significar que esta ley no tenga cabida; durante el debate de la ley era de esperar que los medios que responden a los intereses empresariales exacerbaran una imagen negativa del gobierno nacional, la CGT y especialmente de Moyano. Este hecho puede ser muy útilmente usado para evitar debatir la participación en las ganancias de los trabajadores. En el peor de los casos, Aldo Roggio, principal responsable del esquema que produjo este crimen aberrante, saldria premiado por esta muerte con la NO aprobación de la ley de participación en las ganancias.
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