sábado, 30 de octubre de 2010

Chau Nestor! Hasta la victoria siempre!

Hacemos nuestra una nota de Eduardo Aliverti que compartimos... estamos profundamente acongojados, esperamos que despues de esto la argentina siga tirando para adelante mas que nunca, y esperamos que muchos entiendan lo que realmente esta en juego.
Los sectores concentrados de la economía festejan en silencio... las acciones de empresas argentinas subieron de golpe.... y da para resaltar el caso de inglaterra, donde las acciones de empresas del Grupo Ckarín subieron mas de un 50%.

Los muertos que vos matáis

Por Eduardo Aliverti
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No quiero escribir desde el resentimiento, aunque siento que, en realidad, el verdadero rencor es el de aquellos a cuyo cinismo apuntará. Algunas cosas hay que sacarlas bien de adentro bajo pena de traicionarse a sí mismo si acaso, por razones de ¿elegancia? periodística, de ser modesto con los conceptos en horas de dolor y de respeto, se las guarda. Supongo, además, que varios de los conceptos a verter serán parecidos y hasta idénticos a muchos de los que acompañan las opiniones de esta edición. Mejor. Uno se sentirá reforzado con la gente, los colegas de este diario, y otros, que piensan igual o muy parecido y habrán escrito en consecuencia. En momentos como éstos, lo que justamente hace falta es juntarse más que nunca con la gente que piensa y dice y pregona como uno. Ayer, a muy poco de conocerse la noticia, me tocó encabezar la transmisión especial de AM 750. Muchos testimonios, mucho oyente, mucho correo, muchas sensaciones. Uno tiene en esto demasiados años de entrenamiento auditivo, de saber reconocer las entrelíneas de las declaraciones, de descubrir qué hay detrás de los tonos de voz y hasta de cada inflexión. Y entonces percibe, registra enseguida, no se le escapan ni las respiraciones. Percató en consecuencia la angustia auténtica de la gente común que llamaba a la radio; la que conforma lo definible desde hace un tiempo como la “minoría intensa” de la sociedad, contra la presunta mayoría invertebrada que está festejando la muerte de Kirchner. Sin embargo, a la par llamó la atención de quien firma la cantidad de llamados del tipo “no soy peronista, no soy kirchnerista, no quiero a este gobierno, pero...”. Ese pero. Ay, ese pero. Cuánto que hay en ese pero de “me parece que me di cuenta ahora, con la muerte, de que no hay nada real mejor que esto, por más que no me guste”.

Sea así o más o menos así, esa gente, esos peros, se sintieron legítimos, audaces, compungidos. Atención con esa tomada de nota de que ahora se corre peligro de retroceder, tanto que lo putearon. No tengo cómo justificar la elevación de los llamados a una radio a la categoría de sondeo representativo... salvo por eso del oído entrenado, de la medición automática de percepciones. Y también como quiera que sea, en cualquier caso es mucha gente con una honestidad intelectual, o sentimental, infinitamente mayores que las disfrazadas por los temporarios acomodaticios de las condolencias. Cobos, traidor, capaz de decir que se nos fue un gran líder. Andate Cobos, por favor. Andate. Pero no del Gobierno del que formás parte a la vez de denostarlo. Andate a tu casa, directamente. Por un instante de tu vida tené mínima conciencia del ridículo. Sólo eso, Cobos. Sólo eso. Vos y todos los demás que ahora descubrieron en Kirchner al tipo que llevaba la política en la sangre, al militante tiempo completo, al apasionado que deja un vacío enorme, al hombre de convicciones. Vos y todos los demás que hasta las 10 de la mañana de ayer definían esos flamantes méritos del muerto como la expresión del crispado que violentó a este país, del autoritario que nos volvió a las catacumbas de los ’70, del enajenado que nos lleva al caos institucional. Y vos, Van der Kooy, que a los veinte minutos de la muerte ya tenías subida tu columna gozosamente mal disimulada. Y vos, Fraga, Rosendo Fraga, asesor de Viola, del general Viola, del asesino Viola, que te permitiste elevar, con el muerto fresco, las condiciones a las que debe sumirse Cristina ahora que puede ejercer el Poder. Vos, Fraga, venís a cerrar el circuito que inauguró José Claudio Escribano, el mandamás de La Nación, cuando apenas asumido Kirchner en 2003 le puso en tapa el pliego de bajezas a que debía rendirse si quería completar el primer año de mandato: reacomodar las relaciones con el FMI, amnistiar a los milicos, romper con Cuba. Con Kirchner inaugurado, primer pliego. Con Kirchner muerto, también enseguida, el segundo: que Cristina se saque de encima a Moyano, a Moreno y a quien haga falta para demostrar que no es igual que el marido. Hasta un tipo de derechas como Federico Pinedo, pero con sensibilidad perceptiva –digamos que un caballero– le dijo al aire al suscripto “y, sí, es un poco apresurado el análisis”.

Pero no, no es apresurado. Son sus instintos más bajos, más pornográficos, de intereses de clase. Cabe reconocerles su impudicia explícita. E incluso prodigarles el reconocimiento de que además de ser así son inhábiles para solaparlo. Dejan todo más claro. Ese es, quizás y no importa si por convencimiento o por lectura especulativa de la realidad al cabo de 2001/2002, el legado más interesante y efectivo que deja Kirchner. Por las razones íntimas que fueran, partió aguas. Obligó a ponerse de un lado o de otro, cuando ya parecía imposible que la pasión política se reinstalara en la Argentina devastada de la rata. Más aun, por estas horas también se desnudan como de cocodrilo feroz las lágrimas y lamentos de quienes se allanaron a hacerle el juego a la derecha con chamuyo de izquierda cinematográfico-nacionalista. ¿Y por qué eso también es símbolo? Porque esa partida de aguas que significó y significa esta rara pero apasionante experiencia también compelió a que cada quien mostrara su vocación de poder. Algunos de la derecha explícita sacaron los tanques mediáticos, pero otros de la izquierda piripipí copiaron a Carrió, compararon a Kirchner con Menem y hace unas horas se manifiestan condolidos ¿de qué? ¿No es que eran iguales?

Por unas semanas como muchísimo, si es que se aguantan, el establishment más concentrado, el gorilaje recalcitrante y sus funcionales nac&pop se llamarán a silencio de expectación. Concluido el duelo de las buenas formas, medirán cuánto tiempo se requiere para que seguir atacando no se les vuelva boomerang. Tensarán que Cristina puede usufructuar, o que le serviría, la imagen de mujer enhiesta en medio de un drama de todo tipo, sola contra todos. Y encima, en medio de ese karma que los sigue regenteando: sus candidatos son horribles, no se les cae una idea alternativa convincente y están a años luz de potenciar a algún referente que demuestre capacidad de mando.

Si lo piensa bien, la derecha atraviesa un problema con la muerte de Kirchner: él venía a ser una suerte de reaseguro para continuar insistiendo contra el “aplastamiento de las instituciones”, el “clima de confrontación”, la “división de la sociedad” y todo el resto de pelotudeces tras cuyo parche se oculta, pésimamente, que no aguantan la afectación de emblemas con que sintieron tocados su alma y su culo. Y la de ciertos privilegios que manotearon sus bolsillos.

Ayer a la noche, el clima de congoja cedía lugar a una efervescencia, tan contenida como callejera, que detrás del dolor avisaba lo siguiente: si hay lugar de retrocesos en lo recuperado para los intereses populares, no les va a resultar fácil. La potencia política de Kirchner ya no estará, Cristina es candidata única y habrá que comprobar si su estoicismo aguanta la presión. Pero es irrebatible que queda una fuerza muy considerable que, cualesquiera sean los avatares electorales, no permitirá así nomás que se vuelva para atrás en ciertas conquistas que a la vuelta de la esquina eran extravíos utópicos.

En síntesis, eleven neo-pliegos de condiciones, festejen, gorileen, viven a las coronarias de Kirchner como antes a sus carótidas y al cáncer de Eva, supongan que se acabaron la ley de medios y que la yegua no debería soportar semejante tensión. Pero, por las dudas, uno les aconsejaría que adviertan la ya masa de gente joven politizada y movilizada y el número de los que se plantean lo que hay enfrente de lo que putean.

miércoles, 20 de octubre de 2010

No es tan simple hablar de responsables. Grupo Roggio y la UTA… y la participación en las ganancias.

Lo que pasó este 20 de octubre de 2010 es algo muy grave... hace recordar a todos esos otros compañeros entrañables como el Pocho Lepratti, Maximiliano Kosteki, Dario Santillan, y Carlos Fuentealba, que murieron peleando por diferentes reivindicaciones y por lo que cada uno de ellos creía que podía construir un mundo mejor para todos.


La canción de León Gieco sobre la muerte de Pocho Lepratti dice:

"...y nos queda esta mierda que nos mata sin importarle

de dónde venimos, qué hacemos, qué pensamos

si somos obreros, curas o médicos"

Todavía hoy tiene vigencia; en otros casos fue la Policía, esa institución represiva que todavía tenemos que seguir purgando para que no cometa más delitos de los que evita. Mas allá de que alguien pueda no coincidir en ideología o métodos, el repudio tiene que ser indubitable. Esta claro: la responsabilidad de esta muerte no es de una sola persona; aunque el principal responsable sea el que tiro del gatillo, entendemos que hay toda una estructura detrás, que permite que se produzca esa situación.

Todavía hoy tiene vigencia; en otros casos fue la Policía, esa institución represiva que todavía tenemos que seguir purgando para que no cometa más delitos de los que evita. Mas allá de que alguien pueda no coincidir en ideología o métodos de este militante fallecido, el repudio al crimen tiene que ser absoluto. La responsabilidad de esta muerte no es de una sola persona; aunque el principal responsable sea el que tiro del gatillo, entendemos que hay toda una estructura detrás, que permite que se produzca esa situación.

Entendemos que ahora muchos van a salir a culpar al Gobierno Nacional o a Hugo Moyano... esa es la fácil; puede que haya cierto grado de culpa pero la realidad es mucho mas compleja de lo que nos la muestran en muchos lados.

Para hablar de responsabilidad, hay que hablar de ¿Quién se beneficia con la existencia de la UTA? ¿Quién se beneficia con que no se pase trabajadores a planta permanente, ni se reincorpore a los despedidos injustificadamente? ¿Quién se beneficia con que se aplaquen las protestas de los trabajadores precarizados? La respuesta es natural: La Patronal.

¿Quién es la patronal en este caso?: Grupo Roggio S.A[1].. Grupo que engloba a empresas de la construcción, transporte, ingeniería ambiental, servicios sanitarios, entretenimiento y turismo, de concesiones viales, desarrollos inmobiliarios y de tecnología. En el área de transporte el grupo posé las empresas Metrovias S.A., UGOFE S.A.; Ferrometro; SOE S.A. y Benito Roggio Ferroindustrial, entre otras. Aldo Roggio, presidente de la entidad, tiene influencia en las esferas de la AEA[2] (Asociación Empresaria Argentina) donde ocupa junto con otros empresarios, el cargo de vicepresidente. Entendamos que no se trata de una patronal cualquiera, se trata de una de las mas influyentes del país; parte de los Grupos económicos que detentan gran parte del poder en la Argentina: con cheques en blanco se compran muchas voluntades.

La UTA (Unión Ferroviaria) es en la mayoría de los lugares un apéndice de la patronal; un grupo de choque rentado que utiliza la patronal para evitar cualquier tipo de organización alternativa de los trabajadores, tal y cual como pasa con los trabajadores del Subte. En este caso, algunos sectores de la izquierda decidieron apoyar el justo reclamo de reincorporación y pase a planta permanente de varios trabajadores del Roca; mercenarios pagos por la dirigencia de la UTA al cierre de la manifestación, abrieron fuego contra los manifestantes… como resultado Mariano Ferreyra murío, Elsa Rodriguez termino en coma y otros dos manifestantes terminaron heridos. José Pedraza[3] principal dirigente de la UTA, ligado al duhaldismo y al barrionuevismo, integrante del grupo de “los gordos” disidentes a la conducción de Moyano, se quiso desligar de toda responsabilidad.

El estado (y no específicamente el gobierno) tiene una responsabilidad de otras características en el asunto; en cuanto a investigaciones judiciales penales que debieron realizarse en torno a esta y otras organizaciones sindicales que constituyen reales “asociaciones ilícitas”, en cuanto a la ausencia de mediación del ministerio de trabajo en este tipo de conflictos y en cuanto a la capacidad de control sobre la policía (si es que esta realmente fue partícipe por omisión en los hechos).

Ahora hay que ver como continúa el panorama; la repercusión mediática puede jugar un papel desfavorable para esto, embarrando la cancha. Demonizar a Hugo Moyano, señalándolo como responsable en un contexto donde las patronales estan en alerta por el debate por la participación de los trabajadores en las ganancias, puede significar que esta ley no tenga cabida; durante el debate de la ley era de esperar que los medios que responden a los intereses empresariales exacerbaran una imagen negativa del gobierno nacional, la CGT y especialmente de Moyano. Este hecho puede ser muy útilmente usado para evitar debatir la participación en las ganancias de los trabajadores. En el peor de los casos, Aldo Roggio, principal responsable del esquema que produjo este crimen aberrante, saldria premiado por esta muerte con la NO aprobación de la ley de participación en las ganancias.

martes, 19 de octubre de 2010

AVISO IMPORTANTE : a propósito del Censo 2010

Estimados Cros. de la UNLaM:

Con respecto a los correos y campañas que circulan para entorpecer el trabajo del CENSO 2010, he aquí algunas puntas que es importante entender a la hora de defender el asunto:

El Censo nacional de población hogares y vivienda es un mandato constitucional (Arts. 45 y 47 CN) indispensable, para determinar la cantidad de representantes de los ciudadanos en el Congreso Nacional y las legislaturas provinciales y municipales.

El censo se realiza cada 10 años, en los años terminados en 0, conforme a las pautas establecidas por la ONU, a la cual este año adhieren alrededor de 60 países, además de la Argentina.

La implementación del censo se encuentra descentralizada, quienes se encargan de llevarlo a cabo son las respectivas provincias a través de las Direcciones Provinciales de Estadística, y éstas dependen del Poder Ejecutivo local. Los datos obtenidos en cada provincia y municipio serán de utilidad tanto para la propia jurisdicción, como para la Nación en su conjunto. Estos datos constituyen un insumo fundamental para la implementación de las políticas públicas de los próximos tres perí

odos de gobierno nacional, provincial y municipal, más allá del color político que tengan.

Es por eso que se trata de una cuestión de Estado y no de gobierno.


La Nación hará un enorme esfuerzo para contar cuántos somos, dónde vivimos, cómo vivimos, en qué trabajamos, cuál es nuestro origen y cómo migramos, definir las tasas de crecimiento, mortalidad, educación, el acceso a tecnologías de información y comunicación, et

c.

Este esfuerzo implica no sólo la inversión de millones de pesos que el Estado realiza, sino la movilización de 650.000 censistas, la mayoría maestros que, con gran dedicación tocarán todos los timbres del país (en muchos lugares golpearán las manos).

Se utilizarán millones de formularios que completarán uno a uno y a mano, todos los censistas del país en sus respectivas provincias; formularios que, por otra parte, serán leídos por lectoras ópticas y procesados por programas de uso internacional avalados por los organismos estadísticos de los principales países del mundo.

En esta idea, boicotear el censo es boicotear la Constitución Nacional. También es restringirle la representación democrática a las nuevas generaciones que se incorporaron a la vida ciudadana en los años precedentes.

Por otra parte, es negarle a los próximos tres gobiernos de las distintas jurisdicciones la posibilidad de contar con información de base para la implementación de políticas públicas, así como también afectará sensiblemente, y por 10 años, a todos aquellos que tendrí

an que ser sujetos de las mismas en materia de salud, educación, trabajo, migraciones y vivienda. Los inversores privados, por su parte, tampoco contarán con suficientes herramientas para decidir sus negocios.

Hace más de dos años que están trabajando en el censo no sólo los cientos de trabajadores que tienen el Indec y las 24 Direcciones Provinciales de Estadísticas del país, sino los ministerios, institutos y universidades nacionales. A ello se suma cel trabajo de cientos de miles de censistas, de las organizaciones de los Pueblos Originarios, Afrodescendientes y personas con discapacidad, de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y desde ya la buena predisposición de los millones que vivimos en Argentina. La verdad, que semejante esfuerzo nacional merece al menos el respeto hacia quienes ponen su empeño en ello.

Agradecería que pudieras difundir la presente, que es para bien de la Nación y no del gobierno. El Censo es una política de Estado, que debería estar al margen de la política partidaria y de las intenciones aviesas y mezquinas de quienes anteponen sus intereses de corto plazo a los destinos de nuestro país.


Saludos cordiales.


Si leyeron hasta acá, entenderan la importancia de difundir esto. Gracias por su tiempo!